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Union de iglesias

domingo, 22 de febrero de 2009


Cuando estudiabamos la lección de escuela sabática de adultos, del 12 de febrero de este año, se tocó una profesía de Elena G. de White sobre la unión eclesiástica interdenominacional. Me permitiré citarla:

En 1885, Elena White predijo: “Cuando el protestantismo extienda la mano a través del abismo para asir la mano del poder romano, cuando se incline por encima del abismo para darse la mano con el espiritismo [...] entonces sabremos que ha llegado el tiempo en que se verá la asombrosa obra de Satanás, y que el fin está cerca” (2 JT 151).
Cuando ella escribió estas palabras, los protestantes y los católicos estaban casi en guerra unos con otros. En 1885, el movimiento ecuménico todavía estaba en el futuro distante, pero los tiempos han cambiado grandemente. Baste un solo ejemplo: El 29 de marzo de 1994, 39 protestantes evangélicos destacados y dirigentes católico-romanos firmaron un documento titulado: “Evangélicos y católicos juntos: la misión cristiana en el tercer milenio”, un asombroso cumplimiento de las tendencias proféticas.


Después de leer esto, recordé una nota que había leído el año pasado en el periódico de El Diario (local), donde se exponía la disposición de un grupo de pastores e iglesias evangélicas a formar un "frente común" contra la violencia que ha estado azotando nuestra ciudad. No sólo las iglesias evangélicas se reunieron, sino que también representantes del gobierno estatal y municipal, extendiendo así mismo una invitación a representantes de la iglesia católica. La verdad es que a simple vista esto podría pintarnos un cuadro positivo ante tanta crisis, pero al reflexionar sobre los eventos de los ultimos tiempos, ello nos arroja una luz de advertencia, sobre la proximidad de la segunda venida de Cristo.

Con esto en mente, me puse a indagar en los archivos de El Diario, y pude dar con la nota. Aquí se las comparto. Para pausar el video, sólo deben dar clíck sobre el mismo. Si prefieren leer la nota completa, den clíck aquí.






¿Será que los problemas de la sociedad hagan posible la unión de poderes, y propicie el principio del fin? ¿Acaso se dará este movimiento poco a poco, de ciudad en ciudad, hasta abarcar al mundo entero? ¿Podría ser que la crisis económica mundial y la violencia en aumento sean las palancas que la(s) Iglesia necesita para unirse con el Estado en busca de soluciones? ¿Será esto el cumplimento de Apocalipsis 17:3?

Se los dejo para reflexionar....

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