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Cantata Noche Milagrosa

lunes, 21 de diciembre de 2009



Se acerca navidad, y los regalos no se hacen esperar... Posadas se llevan a cabo y la felicidad de estas fechas se hace sentir; pero... ¿Cuál es el sentido de la navidad y de tanta alegría?
Algunos dirán:

-"Por los regalos!", y otros :

-"Por las familias!".

Lo cierto es que nada de eso tendría sentido si Dios no hubiera enviado a su Hijo único por rescate de todos. ¿Rescate de qué?...

Las cosas no siempre fueron como lo son ahora, ni como cuando nuestros padres, abuelos, bisabuelos, etc..., eran.

En un principio, todo era bello y armonioso en este planeta, recién creado y formado por la palabra de Jehová. Posteriormente, creó al hombre con sus propias manos y expiró sobre él aliento de vida, su propio aliento... De éste creó a su complemento: la mujer, quien fuera su ayuda idónea para todo lo que él hiciera. Juntos se complementaban y apoyaban.

Dios había dado permiso a la pareja para comer de casi todo árbol de aquel huerto, sólo uno les era reservado: el árbol de la ciencia del bien y del mal.

Un día, mientras Eva (mujer de Adán, madre de la humanidad) paseaba por el jardín del Edén, creado por Jehová mismo y mantenido por ella y su esposo, una serpiente la sorprendió al dirigirle sus palabras, pues sabía que ningún ser creado en ese lugar tenía facultad para hablar, mas que ella y Adán.

-¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?- dijo la serpiente.

-Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.- replicó la mujer.

Entonces la serpiente dijo: -No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal-.

Y la mujer vio que el árbol era bueno para comer, que era agradable a los ojos, codiciable para alcanzar la sabiduría; así que tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.

Nada de malo había en comer de ese fruto, lo malo fue el hecho de haber desobedecido a su Creador, pues ésta era una prueba que tenían que superar, para demostrar su lealtad.

Al oir la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día, Adán y su mujer se escondieron de la presencia de su Creador entre los árboles del huerto. Mas Él llamó al hombre:

-¿Dónde estás tú?-

-Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí- respodió el hombre.

-¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol del que yo te mandé no comieses?- Preguntó Jehová, quien sabía de antemano lo ocurrido, pero deseaba dar una oportunidad al hombre de reconocer su error y pedir perdón, pero el hombre respondió:

-La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí-.

Entonces Dios dijo a la mujer -¿Qué es lo que has hecho?-.

Y dijo la mujer -La serpiente me engañó, y comí-.

Por lo que Jehová maldijo a la seripiente: "Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar".

A la mujer dijo: "Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti".

Y al hombre dijo: "Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás". Dicho esto, expulsó a la pareja del huerto para evitar que se convirtieran en pecadores eternos, pues en éste se encontraba también el árbol de la vida.

Al pronunciar las primeras palabras, Jehová Dios estaba otorgando una promesa a Adán y a Eva, así como a sus desendientes, de una futura restitución, de un perdón iniciativo de Dios mismo: Un descendiente de ellos tendría el poder de deshacer aquello que ellos habían hecho, de revertir las maldiciones emitidas y de confirmar la lealtad de la humanidad hacia su Creador; así que cada hijo que les nacía, era recibido con la esperanza de que éste fuese el Mesías prometido, el restituidor de todas las cosas...

Los años pasaron, y la humanidad creció hasta poblar la tierra, olvidando aquella promesa que se les había dado, y las profesías que se habían dicho por medio de profetas... sólo unos pocos mantenían esas palabras en sus mentes y corazones.

El video que a continuación comparto con ustedes es sobre la noche en que esta promesa fue cumplida: cuando el Redentor llegó a esta tierra, en un lugar inesperado. Esa noche fue nuestra primer navidad, una NOCHE MILAGROSA...






Descargar partituras de las cantata.


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